Me gustaría transmitiros la importancia de los primeros pasos dados en un tratamiento de Shiatzu Zen, ya que la primera "escucha" es vital para poder trazar una ruta clara y sin titubeos.

Quizá por la predisposición del terapeuta, por el ambiente de tenue luz, una vela que da calor y paz... no lo sé. La cuestión es que cuando ves entrar al paciente, ya sabes algo que no sabrías encontrándotelo en otro tipo de ambiente. Podría deberse a que ya llega predispuesto a dejarse llevar por ese ratito de tratamiento.

Lo primero que hace un terapeuta es alinearse. Pero ¿por qué es tan importante el alineamiento?

Utilizamos la postura llamada "seiza" (con la espalda recta, apoyando los glúteos sobre los talones de los pies) junto al paciente que se encuentra estirado sobre el futón, y allí, nos silenciamos.

El alineamiento asegura la impersonalidad del terapeuta. Es, a su vez, un modo de protección, ya que estás tratando con energías (venidas de fuera) y fuerzas (emanadas por el paciente).

Esto impide que la manera en que consciente o inconscientemente el paciente gestione sus energías, no haga que el propio terapeuta se vea afectado por una especie de efecto "espejo", haciendo suyos sus problemas a cualquier nivel. También a la inversa podría suceder, que sea el terapeuta el que le transmita su "historia" al paciente.

A aquellos de vosotros que estéis familiarizados con la meditación, os sonará porque también se utiliza el alineamiento en ella para que los vehículos físico, emocional y mental estén aquietados, la personalidad quede alineada con el Alma o Yo Superior, y se pueda proceder con éxito en la meditación.

Cuanta más práctica tiene la persona, más rápido es el contacto, incluso a veces, instantáneo.

Pero no es necesario ser un experto en las meditaciones de servicio. Un poquito de respiración nos ayudaría a adentrarnos en nuestro interior y conectar con el silencio. Algunos simplemente usan la imaginación, que es muy útil. Por ejemplo, puedes imaginarte dentro de una pirámide y como ésta es atravesada por un rayo de luz que conecta contigo.

A partir de aquí, el terapeuta entra en un silencio impersonal. Es silencio porque tus historias no actúan a través de ti (miedo, prejuicio...), y es impersonal porque no deseas curar.

Pero, ¿cómo no va a querer curar un terapeuta, si es eso lo que da sentido a su trabajo?

Entiendo que no suene bien, pero por favor, apartemos la palabra curar un momento y quedémonos con la palabra desear.

El deseo ya forma parte de las historias personales. Y en el Shiatzu Zen somos un simple canal, un trabajador al servicio de la energía. El terapeuta no está allí para que otro de sus deseos sea satisfecho.

Este silencio impersonal nos ayuda a dar el próximo paso: localizar los desequilibrios energéticos más destacables y trabajar con los meridianos que hayamos escogido tratar.
Se percibe un meridiano KIO y otro JITSU, es decir, se encuentra un meridiano en receso o baja actividad, y un meridiano en exceso energético, y se trabajan para que vuelvan a una actividad normal energética.

Pero para ello, primero hemos dejado reposar lentamente la mano sobre el Hara (abdomen) del paciente. Simplemente escuchamos, porque el cuerpo habla. Y entonces de forma delicada, con los dedos índice y corazón damos un toquecito a las  zonas reflejas de cada meridiano en esa parte del cuerpo. La reacción de estos al toque, nos hacen escoger un KIO y un JITSU.

Como dije anteriormente, el paciente sin hablar ya nos comunica algo cuando entra, o en cualquier instante antes de comenzar, y puede que ya hayamos percibido un trabajo a realizar en él. Puede que oigamos como grita su meridiano de estómago, por ejemplo, y a través del tacto en el abdomen, determinemos solamente con que meridiano vamos a acompañarlo.

El diagnóstico, si se me permite llamarlo así, es un proceso divertido. Me da la impresión que esa simple localización ya inicia el proceso en sí de curación en el paciente.

Si os ha gustado, os cuento en un próximo artículo como identificar un meridiano KIO y otro JITSU. Así que os dejo con una foto en la que visto cómodamente para realizar un Shiatzu, pero antes me tomo un batido de acelga roja y arándanos;)

¡Hasta la próxima!