Limonada casera

Limonada

La limonada es todo un clásico y es bueno recordarla ahora que se acerca el verano, no solo por la frescura que nos aporta, sino también por los beneficios del limón.

La preparación es sencilla.

  • Para 1/2 litro de agua, se usan 5 limones.
  • Sirope de agave al gusto, como edulcorante natural.
  • Hielo
  • Hojas de menta o hierba buena, si queréis aportar más frescor.

Primero exprimimos los limones y colamos su zumo. Lo vertemos en una jarra o una botella grande de cristal, junto con el agua y el sirope, y agitamos bien, o revolvemos bien en caso de jarra.

Rectificamos si lo consideramos necesario con agua o con más sirope.

Sería bueno y recomendable, añadir un poquito de ralladura  de la piel porque contiene una gran cantidad de aceites esenciales y de flavonoides.

El agua con limón es maravillosa y casi mágica. Se sabe de su eficacia contra los resfriados, pero no solo es por su contenido en vitamina C. Resulta que su efecto beneficioso se debe a la combinación de aceites aromáticos y fitonutrientes (flavanonas) que hacen aumentan la estimulación de la vitamina C por 200.

De hecho, esa acción conjunta de propiedades incrementa el número de glóbulos blancos, células defensivas.

El alto contenido de citratos previene la aparición de los cálculos renales. Al tomarnos su zumo cada mañana, elevamos los niveles de citritos en la orina, y reducimos la formación de cálculos renales.

De esta forma, deseo animaros a que le deis al limón más valor en vuestro día a día. Es un gran elemento en la cocina, no solo por lo saludable, sino por el gusto que puede aportar a muchos de nuestros platos.

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