Desapego, el camino recto hacia las alturas

Desapego

Las experiencias que tanto descontento nos generan son la llave que abre los portales de la experiencia mágica, la vivencia trascendental de las cosas.

A veces es duro mirarse a uno mismo, no por la visión en sí, sino porque reconoces el duro trabajo que supone arrancar de ti esas formas de vida, esas vivencias, patrones, situaciones indeseables... Puede que lleves tiempo intentándolo y que cada vez duela más.

Yo te animo a que tires la toalla y a que te sientes en el trono, lugar conocido como Ajna situado entre las cejas. Ya describí el ejercicio en mi anterior artículo KARMA PUNTO CERO, cuando quise comunicaros cómo iniciar una vida nueva sin generar más karma. Desde ese lugar que representa las alturas tanto externamente como a niveles de visión interna, observamos; porque desde luego, tras tantas técnicas para conseguir el equilibrio emocional o, tras simplemete querer huir de nuestra propia vida, nos hallamos en una montaña rusa de esperanza emocional que nos lleva de la euforia al sentimiento de fracaso.

Para mí, el ejercicio mencionado es el más eficaz a largo plazo, aunque también podríais probrar con el "como si..." que nos hace enfocarnos en aquello en lo que nos queremos convertir; pero podría ser un autoengaño, como cualquier otro deseo de la personalidad, a menos que se trate de un deseo percibido desde el Alma.

Y precisamente el Alma se deja ver en ese centro situado entre las cejas; desde allí observa y nos regala la percepción que nos lleva a discernir con sabiduría el camino al cumplimiento de nuestro propósito.

Cuando el Alma pica a la puerta, cuando lo percibes con fuerza, no deseas parecerte a lo que crees que deberías ser, sino a ese ser cuyas cualidades sublimes son tantas que no encuentras sobre la Tierra nada que se asemeje a él. Y es a ese amor, cualidad, vibración elevada a la que admiras y hacia donde tu flecha apunta. Trata de recordar a algún conocido tuyo a quien admires y desees parecerte y así podrás entender lo que quiero decir con desear parecerte a quien admiras, pues no hay en el mundo otro ser más digno de emulación.

O al menos, es así como yo me siento, y como me conduzco en la vida.

También eres conscientes de que ese Alma te reconoce, y con ese "contacto visual", sientes que su alegría jamás te abandonará.

Pero sobretodo, lo que quiero dar a entender es que, mientras estemos apegados a algo o a alguien, siempre, siempre, siempre habrá sufrimiento. Pero esto ya lo decía el Buda. No es nuevo.

Desapegarse no es abandonar una situación o a una persona; eso deberías meditarlo tú,aunque es posible que así sea y te estés aferrando a algo que no pertoca vivir, negándote el acceso a un nueva experiencia de vida. Descúbrelo realizando las sencillas pautas que te he sugerido.

Desapegarse es un concepto más bien dirigido a describir un estado de ser que también es conocido como divina indiferencia. Que no es lo mismo que indiferencia a secas. Su significado está relacionado con lo que llevo explicado hasta ahora, y nos lleva a descubrir la forma inteligente y correcta de relacionarnos con los demás,acercándonos más al significado de la palabra amor.

Siento que los artículos se complementan unos a otros porque desde este lugar del redactor, yo me preguntaba: ¿Existe karma cuando se logra el desapego? Lo dudo, porque el tiempo es el factor transformador. No se puede hablar de desapego sin hablar de tiempo. Vivir en el presente, estando atentos como se dice habitualmente, es la consecuencia de la autogestión, es decir, del control sobre la personalidad. Pero a mí no me gusta hablar de control, porque suena a disciplina y dolor. Me refiero más bien a coordinación, a ese pensar-sentir-hacer coordinados.

La única renuncia que se hace aquí es la del ser inteligente que se vigila y decide poner en concordancia todos estos estados o vehículos de expresión para poder llevar a cabo una acción lo suficientemente inteligente y con sentido. Hablo del ser que escoge la línea a seguir tras discernir. Pero sobre esta coherencia y autogestión, ya os hablé en mis artículos sobre magia y abundancia.

Si todavía no eres capaz de entender el desapego, te sugiero que reflexiones sobre el apego.

Apego sería una forma de llamar a aquello que deseas transformar a nivel material o a aquello que consideras que te pertenece. Ahora sólo tienes que darle la vuelta y reconocer que nada te pertenece porque lo material es solo un concreción, una expresión densa de una energía sutil, espiritual. La posesión va en contra de la Ley porque estamos con ello deteniendo el ritmo de la evolución que, al abrirse paso sin tu consentimiento, genera ese sufrimiento tuyo por la pérdida.

El mejor lugar en uno mismo es cuando pierdes el hambre. No se puede hablar de paz, porque esta es solo la consecuecia. Yo hablo más bien de LIBERTAD, que para mí es una forma de manifestación de tu verdadero ser esencial. Esa sensación es indescriptible y no sucede cuando te niegas algo.

Tú no abandonas al apego (personas, hábitos poco saludables, etc.), sino que el apego te abandona a ti, y cuando desparece la sensación de necesidad, te preguntas por qué tardaste tanto en sentir lo más maravilloso que se pueda sentir.
Entonces empiezas a saber quién eres en realidad y empiezas a actuar viviendo en propósito de vida porque nada tiene la suficiente fuerza como para desviarte de tu camino. Eso es el verdadero significado de la libertad, y es el regalo que te brinda el desapego. Ahí está, esperando por ti.

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